Soy maestra. Al saber que soy maestra, la gente suele preguntarme qué enseño. Cuando explico que soy tutora de niños de 2 y 3 años, generalmente responden con un "¡Ah!" tan soso que me gustaría exclamar:
-¿En que sitio sino allí me abrazaría un apuesto jovencito y me diría que me quiere?
-¿Dónde más podría atar lazos al pelo, ajustar cinturones, ver un desfile de modas a diario y aunque siempre me vista de la misma manera, oír decir que mi vestido es bonito?
-¿En qué otra parte olvidaría mis penas porque tengo que antender tantos arañazos, cocos y corazones afligidos?
-¿Dónde conservaría el alma joven, sino en medio de un grupo cuya atención es tan efímera que siempre debo tener a mano una caja de sorpresas?
-¿En qué otro sitio derramaría lágrimas porque hay que dar por terminado un año de relaciones felices?
-Me siento grande trabajando con pequeños.
A todas las maestras y maestros que tanto siembran para que otros recojan.
oooohh¡¡ q bonitooo ¡¡ me ha encantado vuestra entrada.
ResponderEliminarGLORIA GARCIA RAPOSO
"A todas las maestras y maestros que tanto siembran para que otros recojan." Que gran verdad!!!
ResponderEliminarMuy bonita la entrada.
María Román Barraso.
m ha encantadoo vuestraa ntradaaa.....xic@s os felicitoo de verdad!!!
ResponderEliminarRaquel Alumbreros
Muchas veces no se valora lo suficiente a los mestros/as, cuando estos tienen a los niños/as entre sus manos desde muy pequños...
ResponderEliminarCristina García Muñoz
¡Me ha encantado la entrada! ¡Si los niños dan todo su cariño! En ellos no hay maldad, son seres frágiles y maravillosos.
ResponderEliminarIzamar Alcaide García.
que bonita la entrada, genial
ResponderEliminarSi a los niños les das cariño, ellos te devolverán lo mismo.
Cristina Rollano Santamaría
1º Primaria